Soledad y Victoria (Calamaro Andrés)

Queridos hinchas: hemos ganau, pero ahora de verdad.

Gracias al nada despreciable aporte económico de nuestro espónsor Demandafolk (90 eurazos), no nos ha hecho falta ni jugar para acabar con el mal pie con el que hemos comenzado la liga. Este soplo de dinero fresco ha provocado en el equipo una reacción en cadena de optimismo, ilusión y esperanza que, coincidiendo con la presunta crisis del Madrid, convierte a Afarataos en el nuevo rey de clubes de cara al siglo XXI.

Este último domingo el calendario liguero dictaba que debíamos jugar en el infracampo IB SALIQUET, un rectángulo de arena en tierra de nadie que ni en las películas de fútbol chuletero se ha visto algo parecido: desproporcionado, áreas mal trazadas, banquillos quemados, vallas deterioradas... con decir que lo mejor era el vestuario ya lo digo todo, y aún así ha sido uno de los peores chamizos en los que probablemente nos hayamos cambiado. Una aunténtica vergüenza de campo que junto con el IB PARQUE ALUCHE, da que pensar sobre si los 816,40 € que hemos pagado por inscribirnos en la liga, han servido de algo o de lo contrario han ido a parar directamente al bolsillo de algún chupatintas (me encanta esta palabra) con traje y corbata.

Al presentarnos en el campo, no había nadie. Definición de nadie: ni el delegado del campo, ni el árbitro, ni ningún representante del equipo contrario, ni ningún jubilado mirando a través de la verja, ni ningún pitbull paseando al retrasado de su amo a sembrar Aluche de cagadas. Tal fue nuestra sensación de soledad que llegamos incluso a dudar de nosotros mismos. ¿Nos habremos equivocado de campo o de hora? ¿se trata de una broma de cámara oculta? ¿estaremos en un universo paralelo?

No.

Se supone que debíamos jugar contra AD Promesas a las 11:00 en aquel patatal con nombre de general franquista, pero sólo estábamos los Afarataos que figurábamos en la convocatoria, a excepción de Nacho y Manu, que cometieron el impresentable error de apuntarse a la lista de convocados y no ir. Por suerte, contamos a última hora con dos incorporaciones de la Selecção Portuguesa, Sergio y Filipe: muito obrigado aos dois por terem vindo.

A 10 minutos del pitido inicial, el Excelentísimo Señor Presidente Glez entregó las fichas a un recién llegado árbitro mientras Kenzo y Kiki apuraban sus últimos arrumacos amorosos en el asiento trasero de un coche aparcado en un sombrío descampado. La respuesta del árbitro ante la firma del acta no hizo otra cosa que sentenciar el encuentro: "a en punto se pone en marcha el cronómetro, como no aparezcan cierro el acta", dijo el hombre de negro.

Dicho y hecho. Llegó la tan ansiada hora del encuentro, y el árbitro nos devolvió la copia del acta con un enorme N.P. escrito en la parte correspondiente a AD Promesas.

Al cabo de otros 10 minutos llegó el equipo rival al completo. Era demasiado tarde, pues el colegiado ya había abandonado la insufrible cancha para, por su propia seguridad física y mental, no tener que encajar las pestes que los jugadores y delegados de AD Promesas soltaban por sus carrasposas gargantas contra él. Tras un breve diálogo con ellos, les propusimos jugar un partidillo amistoso que no aceptaron, pues tenían ganas de encamarse tras haber pasado una larga noche bebiendo, fumando, y en compañía de mujeres de vida alegre. Fue una pena, porque a pesar de ser unos makokis de tomo y lomo, parecían buenas personas.


Así pues, los 10 valerosos Afarataos que allí estábamos, nos quedamos en el Saliquet Arena (nunca mejor dicho) celebrando nuestra victoria con un 5 pa 5 de banda a banda, y con un Edu ya recuperado de su grave lesión en una costilla.