Déjala otra vez, Sam

Año nuevo, vuelta nueva. Con esta frase comenzó la convocatoria para el primer partido del año 2009, con la que el polifacético presidente Glez (yo en tercera persona) animó a sus muchachos a revivir el famoso partido de Mágico González. Afarataos Demandafolk se debía enfrentar por segunda vez a Yastika: el farolillo rojo contra el campeón de invierno, esta vez intercambiándose los papeles de equipo local y visitante.

Yastika es sin duda un equipo marrullero donde los haya. Ya en el primer partido de liga apuntaron maneras cuando uno de sus integrantes amenazó al árbitro, y en esta ocasión no han hecho sino confirmar nuestras sospechas.
Van primeros, es cierto, y no son mancos ni cojos. Pero a juzgar por sus estadísticas a fecha de hoy, se puede afirmar a priori que son un equipo rácano que han ganado por la mínima todos los partidos menos uno. Al menos a mi modo de ver, 15 goles a favor y 8 en contra en los 7 primeros partidos son unas cifras goleadoras paupérrimas, que nada tienen que ver con las de los dos equipos que le siguen en la tabla, realmente brillantes.
Probablemente su caracter polemista y antideportivo los haya beneficiado en los partidos como arma intimidatoria que es, pero no sé por qué me da que si no cambian, se acabará volviendo contra ellos y terminarán siendo alcanzados por Por Teléfono o América FC, en su persistente pugna por el título.

Domingo 18 de Enero de 2009. Cielo nublado, frío ligeramente suave, humedad media. Otra vez el infame campo IB SALIQUET:F de la Calle del General Saliquet: arena y charcos.
El partido fue en resumidas cuentas (luego entro más en detalle), un intento desesperado por desenterrar el balón, tanto para quien perdió (nosotros), como para quien ganó (ellos). Estoy seguro de que ninguno de los dos equipos disfrutó jugando al fútbol, que es al fin y al cabo de lo que se trata.

Con Edu, Pedro y Quique aún lesionados, la cosa se presentaba mal contra el líder, aunque por el ajustado 2-1 del anterior partido, la victoria era factible.
Por suerte y gracias a un mínimo de previsión, hemos podido contar con la colaboración de Alexys, que debutó como portero y nos salvó del desastre dejándose literalmente la piel en el barro; Sergio, central de lujo que desempeñó un gran papel en compañía de nuestro sabio Ricardo; Rodo, el nuevo fichaje de Afarataos proveniente del mercado de invierno, que aún tuvo sus ocasiones de peligro como interior derecho; y Nebre, el veterano Afaratao maradoniano, que nos deleitó con sus habituales filigranas con el esférico en el centro del campo.

La primera parte aguantamos estóicamente el empate a cero durante media hora. La defensa, formada por Glez, Sergio, Ricardo y Nacho, aguantó el envite de un Yastika demasiado acostumbrado a ganar.
Por las bandas, Ricar reconvertido a interior izquierdo y Guillermo de interior derecho lucharon sin cesar en el que personalmente considero que es uno de los puestos más difíciles en un 4-4-2.
Kiki y Nebre dirigiendo el equipo desde el centro del campo, junto con Jorge Sanz y Chati de arietes, conformaron el eje central ofensivo del equipo.
De destacar es la bronca (o se callan, o me voy) que nos echó el árbitro a los capitanes tras el revuelo armado por los jugadores de ambos equipos, que no paraban de protestar y reprocharse mútuamente sus estupideces varias en lugar de dedicarse a jugar.
Por desgracia llegó el primer gol de Yastika, y un par de jugadas más tarde, el afaratao Nacho derribó a un delantero rival en el área. Amonestación para Nacho y penalti ejecutado a la perfección por el verdugo de turno.
Llegamos al descanso con 0-2 en el marcador, y sin que nuestro sufrido portero Alexys hubiera podido hacer nada por evitarlo, ya bastante hizo él.

La segunda parte entraron al terreno de juego Gontxa por Kiki y Rodo por Guille. El hueco dejado por Kiki en el centro del campo lo ocupó Ricar, y Gontxa entró de interior izquierdo para minutos después recibir un pelotazo en sus gónadas por parte de su compañero de banda Glez. Rodo por su parte heredó el puesto de su paisano asturiano Guillermo, a quien su señora novia Isa pasó a cuidar y dar mimitos en el banquillo.

En una jugada de ataque de Yastika, uno de los delanteros, al grito de ¡¡déjala!! (con eco y todo), hizo una incursión en nuestro área y marcó el tercer gol. Cuando con todo el derecho del mundo, fuimos a reclamarle al colegiado, la excusa que puso para no haber pitado falta por el déjala fue la siguiente: no he pitado ni uno en todo el partido. Macho, para no pitar eso, que está en el reglamento, no pites nada: ni penaltis, ni faltas, ni goles, ni manos... ni cobres por ello; y si desde el principio no vas a señalar faltas del estilo déjala, pasa, voy, mía, y un largo etcétera de palabras prohibidas, avísanos y nos aprovechamos todos de ello. ¿No?
Pues bien, ésta es ya la segunda vez que nos marcan un gol de esa manera, la vez anterior fue con un ¡¡pasa!!.

Tras una serie de oportunidades fallidas y un balón que se quedó clavado en un charco de barro a centímetros de la línea de gol rival, una pequeña y esperanzadora alegría nos la dió Chati, con un gol que marcó tras recibir un centro al segundo palo. Este merecido fruto del buen hacer de los delanteros, nos hizo pensar que no somos merecedores del sambenito de farolillo rojo, y nos ha dado esperanzas para afrontar el resto del campeonato con dignidad.
A pesar de ello, tuvimos que aguantar un cuarto gol y las amenazas de un gilipollas con protector bucal, que nos amenazó abiertamente a varios Afarataos mientras la triste pasividad arbitral de la que fuimos víctimas no dejó de estar presente. Dicha pasividad sin embargo, nos benefició en una falta cometida por Sergio al último delantero, merecedora de expulsión pero que terminó en una benevolente amarilla.

Lo habéis hecho de puta madre hijos míos

Conclusión: muy buen trabajo individual y colectivo a pesar del 1-4 adverso y del sufrimiento provocado por el mal estado de las instalaciones. El equipo contrario de esta ocasión, Yastika, aún sigue sin saber comportarse en el campo, aunque también es cierto que una pequeña minoría de ellos no se merecen el estúpido comportamiento de sus compañeros. Y el árbitro, normal: ha cometido errores y ha sido blando en general, pero también hay que entender la parte que le toca con la gentuza de jugadores a los que tiene que pitar. Me cuesta decirlo, pero un poco de seguridad privada en el campo no vendría mal de cara a tener arbitrajes más justos.

Gracias a todos los que habéis venido, y mucho ánimo a los lesionados, que ya queda poco.

Nunca estamos cansaus.