Un poco más y se me olvida cómo transcurrió el partido de la sexta jornada. Espera, no. Que jugamos contra los plimos de Los Chunguitos, cómo mese iba a olvidar. Para que naide se me pierda, les pongo en situación: en la tercera jornada, Chambao, el equipo integrado por gitanos que les comentaba en la segunda entrega de Indignante, zurraron de lo lindo a Carlos Medina, el álbitro gelipollas que provocó el emprendimiento de acciones legales por parte de nuestro bufete de abogaos Afarataos, los que tengo aquí colgaos. Nosotros, los mantas del infierno Aluche venidos a payos malos (me encanta eso de payos malos), teníamos jugador y medio lesionado y triplete de sancionados.
A mí personalmente esto, sumado a la desaparición misteriosa de los cuatro puntos en haber de Chambao y a que los sus dos últimos partidos los habían perdido por 1-0 (el resultado con el que se estigmatiza a los equipos infractores según el régimen disciplinario del reglamento), me producía un canguelo especial de cara al partido que se avecinaba: no éramos gente "legal" para formar la alineación, y temía una posible revisión de fichas para ambos equipos. Para colmo, nos tocaba otra vez ese campo. La hora sin embargo no era mala, las 16:45. No había que hacer horarios especialmente raros para comer, pero cuando llegamos allí, nos esperaba un viento frío que dejaba tieso a cualquiera.
La duda era: ¿quién será el árbitro? Pues la respuesta no se la puedo decir porque en el acta (de fútbol sala) sólo entiendo mi nombre y porque lo he escrito yo. Decir que era un chaval joven que harto tenía con pitar, si a eso se le pudo llamar pitar, el partido a priori de más riesgo de la liga.
Los integrantes de Chambao, parecían majetes cuando estuvimos firmando el acta. Creo que venían de recoger el puesto de vender bragas a 2 por 1 euro, señora, pero eso no me atreví a preguntárselo. Sí que les pregunté sin embargo, si les habían hecho revisión de fichas, a lo que me respondieron con una sinceridad jamás vista: ¿nosotros revisión de fichas? qué va, no sabemos nada de eso.
Chambao, al igual que Afarataos, viste habitualmente de naranja, pero como nosotros éramos el equipo local, teníamos preferencia. Ellos, muy previsores, habían llevado su segunda equipación, de color negro. Menos mal.
En cuanto a su gitanez, la mitad sí que parecían gitanos. La otra mitad, parecían payos secuestrados por familias gitanas cuando eran pequeños. Hasta que les oías hablar con su singular acento.
Hicimos el sorteo y el árbitro, muy precavido él, no trajo moneda alguna, así que lo echamos a pares o nones. Ganamos y elegí cambio de campo. Siempre he sido partidario de elegir viento en contra la primera parte, pero esta vez lo elegí a favor y con el sol del atardecer de espaldas. Sin duda que acerté, porque en la segunda mitad el viento había cesado y el sol ya se había puesto.
Cito la alineación, para que conste: Edu en la portería; Pérez, Ricardo, Glez y Piojo en defensa; en el centro del campo Ricar y Pablo; Sassa por la izquierda y Quique por la derecha de interiores; Juanjo de mediapunta, y Fabio en punta. La hinchada estuvo compuesta por Guillermo, Jorge, Sergio y su amiga colorida, como dicen en Portugal.
El parcial de la primera mitad nos fue desfavorable a pesar de gozar del viento a favor y de tener el sol oblicuo molestando a Chambao. Ellos individualmente y exceptuando alguno, no eran malos. Además eran rápidos, fuertes y astutos. Lo peor de todo, que entraban a por el balón sin conocimiento alguno, dándoles lo mismo lesionar a un payo que a un zíngaro o que a sí mismos. Uno de ellos incluso perdió ligeramente el conocimiento haciendo una chilena en un saque de banda que acabó en espaldarazo contra el suelo y autorrodillazo en la cabeza. El árbitro, mientras patada voladora iba y mano de dios venía, se cagaba por momentos en su patético uniforme.
Comenzaron marcando muy al principio en un carrerón que se cascó un delantero gordito, y que a mí se me hizo imposible frenar por lo rápido de éste. Al poco rato en un saque de banda del Piojo, Pablo sube el balón por la banda derecha y en un centro raso Sassa logra el empate en el área chica. El 1-2 no tardaría en llegar, y nuestra reacción no se hará esperar: en una jugada de equipo, Pablo nuevamente pasa el balón a Juanjo para éste revolverse dentro del área y con la pierna derecha realizar un fuerte disparo ante el que nada puede hacer el portero rival. Justo antes del descanso ellos materializarían un tercer gol con el que nos iríamos a pelarnos de frío al banquillo y criar neumonías.
En la segunda parte fue cuando se notó la mella que había hecho el viento a nuestros rivales. Los dos equipos estábamos tocados, pero ellos más, y nuestro dominio fue aplastante. Una lección de tesón y amor propio, que como ya he insinuado en crónicas anteriores, es el reflejo de que algo está cambiando en este equipo. El empate a treses llegará de las botas de Fabio, en un soberbio zapatazo desde 30 metros que entró por la escuadra. Poco pudo hacer el portero al respecto a pesar de su fotogénica estirada.
El cuarto y quinto goles fueron obra una vez más de Juanjo, a quien cito textualmente en una entrevista concedida a la redacción de este blog: "El cuarto gol viene tras una buena presión del equipo a la defensa rival que termina en un pase atrás al portero, pero Juanjo llega antes, regatea al portero, encara el área rival y cruza el balón ante la defensa que no puede hacer nada para evitar que suba el 4 a 3 al marcador para los Afarataos.. El 5 a 3 definitivo subió al marcador gracias a una jugada de anticipación de Ricardo en la que rompe la línea del centro del campo rival y da un pase en profundidad fantástico para que Juanjo nuevamente se anticipe al portero rival y vuelva a batir la portería rival con un gran disparo al primer palo.. Gran partido".
Pues sí, gran partido y muy difícil de ganar, pues ellos no eran precisamente cojos, y además eran muy tramposos. Por suerte, nuestro once, intacto durante todo el partido por falta de recursos, fue la confirmación de que nos estamos convirtiendo en un equipo. Con nuestros defectos, pero al fin y al cabo un equipo.
El árbitro, un cagón que no se atrevió a pitar nada, pero harta paciencia tuvo dados los antecedentes de los dos equipos. Me gustaría haber visto a Carlos Medina en su lugar.
Tres puntos que han subido al marcador, gracias a los cuales hemos pasado de novenos a quintos en tres jornadas. Nos vemos el domingo frente a Orto FC, los mantas de la liga.
Dedicado al cine kinki, al Vaquilla y a la delincuencia juvenil.
Nunca estamos cansaus.
Buenas!! bueno,bueno!!!! parece que broncas al equipo estan causando efecto,jejeeje! muy buena cronica, y normal que el arbitro no pitse mucho, jo! dan miedo con los que jugabais,jejejee! Me alegro que este año vayais tan bien, espero que sigais asi toda la jornada,jeje! bueno ahora a ganar este partido, un beso. La loca
ResponderEliminarGracias loca, el año pasado estábamos muy desmoralizados con aquellos campos tan malos, jugar al fútbol se convirtió casi en un castigo.
ResponderEliminarEste año seguimos siendo igual de malos individualmente, pero hemos mejorado como equipo, tenemos la moral bien alta y además nos lo creemos.
Así, sí que da gusto jugar.